Èÿù, la otra cara de Olódùmarè tomo III



El que pisó rápidamente el camino.

La adivinación de Ifá se realizó para Õrúnmìlà, Cuando él iba a llevarse a Òjòýtarìgì13,
La esposa de la Muerte.

Òjòýtarìgì era la única esposa de la Muerte Pero Õrúnmìlà quiso enamorarla.
A Õrúnmìlà se le pidió que realizara un sacrificio. Y él lo realizó.
Después de que él hubo hecho el sacrificio prescrito, Se llevó a Òjòýtarìgì lejos de la Muerte.
La Muerte tomó su garrote entonces, Y fue a casa de Õrúnmìlà.
Encontró Èÿù fuera de la casa.

Èÿù dijo: ‘Yo lo saludo,

Muerte, de apodo Õjêpë, la del vestido siempre rojo’. Después de que ellos hubiesen intercambiado saludos, Èÿù preguntó: ‘¿Dónde va usted?’.

La Muerte contestó que iba a casa de Õrúnmìlà. Èÿù preguntó: ‘¿Con qué motivo? ‘.
La Muerte se quejó de que ese Õrúnmìlà había seducido a su esposa de lejos Y juró que mataría a Õrúnmìlà ese mismo día.

Entonces Èÿù pidió a laMuerte que se sentase. Después de que se hubo sentado,
Èÿù le dio comida y bebida.

Después de que la Muerte hubo comido hasta hartarse, Se puso en pie, tomó su garrote, y comenzó a caminar. Èÿù le preguntó de nuevo: ‘¿A dónde va usted?’

La Muerte le dijo que él iba a casa de Õrúnmìlà.

Èÿù preguntó: ‘¿Uno come la comida de un hombre y sube a matarlo?

No sabe usted que los alimentos que se comió eran la comida de Õrúnmìlà?’. Como la Muerte no supo qué hacer,

Le dijo: ‘Le dice a Õrúnmìlà que se quede con la mujer’.
Õrúnmìlà empezó a bailar, Comenzó a regocijarse.
Él dijo: ‘El que pisó rápidamente el camino’.
La adivinación de Ifá se realizó para Õrúnmìlà, Cuando él iba a llevarse a Òjòýtarìgì,
La esposa de la Muerte.
La cosa sobre la que usted hizo un alboroto, Anoche, yo la puse en el vino, Y la bebió fuera. No tomando nada más.
Nosotros fumamos esto lejos junto con el tabaco. Nosotros fumamos esto lejos junto con el tabaco, Nosotros no nos moriremos.
No tomando nada más que aquello.
Nosotros fumamos esto lejos junto con el tabaco.
En este verso de Osé-Tura se nos muestran a Èÿù como el divino embaucador:
Perí-pokún, Pokún-perí Èÿù bambí
A díá f’Akón omô oluwara òjç… (Agboola, 1989:110).
De aquí a allí, De allí a aquí,
Así se deleita Èÿù, el embaucador, En el desvío confuso
Así declaró Ifá para el Cangrejo
Que se oculta de hoyo en hoyo en las marismas.
Aquí se explica cómo Èÿù ayudó a la gente de Ìlowòn14 a ahuyentar a todos los
Ajogún que los habían sitiado:
Õpç ìháhá ab’ìdí sììrìkí.
A díá fún wôn n’Ílôwõn,
Ajogún dí wôn mölé pinpin-in pin. Wön ní kí gbogbo ará Ìlôwõn ó rúbô. Wön sì rú u.
Ìgbà ti wön rúbô tán,
Ni Èÿù bá bá wôn lé gbogbo àwôn ajÒgún Lô kúrò lödõô wôn.
Ìgbà ti wön dùn,
Wön ní bëê gëgë ni àwôn awo àwön wí. Õpç ìháhá ab’ìdí sììrìkí.
A díá fún wôn n’Ílôwõn,
Ajogún dí wön mölé pin pin-in pin. Àwa ó mà mà r’ógun n’Ílôwõn mö, Ogún ÿí,
Ogún lô.
Gbogbo àgbààgbà Ílôwõn. L’ó rú orín méjì méjì.
Ajogún ti pêyìndà,
Ajogún lô (Abimbola, 1976:37).
La palma debido a la pesada carga de su copa tiene una base grande. La adivinación de Ifá se realizó para los habitantes de Ílôwõn, Cuando ellos estaban sitiados por el Ajogún.
Se pidió a todos los habitantes de Ílôwõn que hicieran un sacrificio. Ellos lo realizaron.
Después de que ellos hubieron realizado el sacrificio prescrito,
Èÿù ayudó a que ellos expulsaran a los Ajogún, Fuera de su pueblo.
Después de que los hubiesen conquistado, Ellos se pusieron felices,
Y dijeron que eso era exactamente lo que sus sacerdotes de Ifá habían predicho. La palma debido a la pesada carga de su copa tiene una base grande.
La adivinación de Ifá se realizó para los habitantes de Ílôwõn, Cuando ellos estaban sitiados por los Ajogún.
Nosotros ya no vemos la guerra en Ílôwõn. La guerra se ha marchado,
La guerra se ha ido.
Cada uno de los viejos de Ílôwõn
Ofrecieron dos ramitas de mascar como sacrificio. Los Ajogún se han virado de espaldas.
Ellos se han ido.

En el siguiente ejemplo vemos cómo Èÿù castiga al cliente que no hizo el sacrificio prescrito mientras que él sí bendijo al que realizó el sacrificio:

Õtöötôôtöö, babaláwo Olówó, Ló díá f’ólówó.
Õröörôôröö, babaláwo Ôlörõ Ló díá f’ölörõ.
K’á j’êwà tán,
K’á gbôn’wöô rê é ‘nú àwo poro poro poro, Babaláwo Ôlömô
Ló díá f’ölömô.
Wön ní kí gbogboo wôn ó rúbô nítorí ômô. Ôlömô nìkàn l’ó rú.
Olówó àti Ôlörõ fi gbogbo owóo wôn ÿòògùn, ßùgbön wôn ò r’ömô bí mö.
Èÿú ní: ‘Ó àgbóò mi àfàkàn, Òkuuru ôpön ônàá sún’.
Wön ní: ‘Ta ló sún kàn?’.
Wön ní: ‘O sún k’Olówó àt’Ôlörõ àt’Ôlömô’. Wön ní: ‘Ta ló ha rúbô?’.
Wön ní: ‘Ôlömô nìkan ló rú’. Níjö Olówó kú.
Êÿú ní kí wôn ó máa lô pín dúkìáa rë. Níjö Ôlömô kú,
Àwön ômôô rê nìkan
Ló pín gbogbo nýkan ìníi rê. Ikú p’Olówó,
Ó b’owó ê þwú jë. Ikú p’Ôlörõ,
Ó k’örõô rê lô. Èrò òkun,
Èrò õsà,
Ta ni ò mõ
Pé ipa Ôlômô ò ní í run (Abimbola, 1976:3-4).

Õtöötôôtöö, un rico sacerdote de Ifá.
La adivinación de Ifá se realizó para un hombre rico.
Õröörôôröö, un adinerado sacerdote de Ifá.
La adivinación de Ifá se hizo para un hombre adinerado. Cuando terminamos de come frijoles,
Expulsamos persistentemente las migas con los dedos fuera de nuestro plato. El Sacerdote de Ifá padre,
La adivinación de Ifá se realizó para un padre.
Fueron los que pidieron realizar un sacrificio para que no pudieran faltarles los hijos. Sólo el padre realizó el sacrificio prescrito.

El hombre rico y el adinerado emplearon todo su dinero para procurar la medicina, Porque ellos no podían tener hijos.

Èÿù dijo: ‘Es la hora, permítanos ir a la siguiente persona’.
La declaración fue: ‘El cuenco ornamentado del sacrificio ya está en movimiento’. La pregunta siguió: ‘¿Hacia quién se ha movido?’.

La respuesta fue: ‘Se ha movido hacia el hombre rico, el adinerado y el padre’. Luego vino la pregunta: ‘¿Quién de entre ellos realizó sacrificio?’.

La contestación fue: ‘Sólo el padre realizó el sacrificio’. El mismo día el hombre rico se murió,
Èÿù pidió a todos que fueran y compartiesen sus cosas. El mismo día el padre se murió,
Sólo sus propios hijos Compartieron sus cosas entre ellos.

La muerte mató al hombre rico, Y perdió sus riquezas.
La muerte mató al hombre adinerado, Y se llevó sus riquezas.
Los viajeros del mar, Los viajeros de la tierra,
¿Quién no sabe
Que el camino del padre nunca se borrará?

Antes de que Èÿù partiese para la tierra se dirigió ante Òrúnmìlá que le aconsejó que se hiciese sacrificio a sí mismo para evitar experimentar el peligro de poderes superiores a él. Debería sacrificar sobre sí un chivo. Sin embargo, Èÿù se preguntó si existiría en alguna parte del Cielo o de la tierra un poder que lo superara, por lo que declinó realizar el sacrificio.

Partió hacia la tierra con la firme determinación de desafiar a cualquiera que se cruzase en su camino. Al llegar, estableció una granja que pronto se convirtió en la más próspera de todas. Así que comenzaron a robarle. Èÿù se preguntó quién tendría el valor de robarle a él, sin saber que era su doble primordial (Onne en Yorùbá) el que le había robado.

Onne, que tenía varios hijos, le habían aconsejado que sirviese a Èÿù con un chivo para que evitase el encuentro con fuerzas más poderosas que él mismo. Rehusó hacer el sacrificio porque él era la fuerza guardiana de Èÿù. Aún así, agasajó a los niños, tal como le aconsejó Ifá.

Cuando Èÿù descubrió el engaño se propuso descubrir al ladrón mediante una trampa. Cuando Onne cayó en ella prefirió no poner resistencia y quedarse quieto, fingiendo estar muerto. Así que, a la mañana siguiente, cuando vio a Onne, inmediatamente supo que él era el ladrón de su granja. Tomó pues su machete con la intención de aniquilarle, pero al ver que no se movía y estaba rodeado de moscas, pensó que estaba muerto. Sin embargo, cuando abrió el arco de la trampa para sacar el cuerpo, Onne se abalanzó sobre Èÿù, inmovilizó el arma y se entrelazaron en una pelea. 

Durante la lucha, los niños a los que Onne había agasajado oyeron el rumor de la lucha y sintieron curiosidad por ver qué sucedía. Al ver a Onne en peligro se introdujeron en los ojos de Èÿù. Éste soltó a Onne para quitarse a los niños de los ojos y aprovechó para esconderse en el fondo del río.
Al llegar Èÿù enojado a su casa le pidió a su hijo Falsedad que le trajese un poco de agua. Como se hizo el remolón le dio un golpe en la cabeza con tal fuerza que lo mató al
instante. Fue entonces cuando recordó las palabras de Õrúnmìlà de ofrecer un chivo en sacrificio, y así, aunque tarde, lo realizó (Ibie, 1990).

Como ya hemos dejado entrever anteriormente, todas la divinidades emplearon la energía de un Odù para bajar del Cielo a la Tierra, de forma que ese Odù se convirtió en el Odù isalayé de dicha deidad. Èÿù vino al mundo con el Odù Ogbe-Irete y es el que explica todo lo relacionado con él, sus diferentes caminos y cómo llegaron a repartirse por el mundo. No obstante, todo Odù de Ifá, además de tener sus propios animales, plantas e, incluso, su Òrìsà, posee un Èÿù particular, al que se le sirve antes que a la deidad que lo acompaña.

Dos Santos (2015) nos muestra el siguiente Odù cómo se repartieron los diferentes tipos, o caminos, de Èÿù por el mundo:
Okoto, que tiene una parte superior amplia y hueca, De forma que Okoto, con una sola pata,
Puede girar por toda la tierra.

Fue el adivino que lanzó Ifá para Olugbon cuando preguntó cómo podía hacer para incrementar su linaje y convertirse en el líder de su pueblo. Õrúnmìlà le dijo que debía preparar una ofrenda acorde a su poder sobrenatural y que si la realizaba crecería en extremo y se convertiría en un hombre importante y su pueblo sería grande.

Olugbon preguntó qué debía hacer. Él le respondió que debería recolectar ñame, panes de maíz, frijoles, un licor fuerte, vino de palma, vino de rafia, nueces de kola, kola amarga y pimienta de guinea. Y que debería guardarlo en su casa hasta el momento que lo necesitara. Además, le advirtió, que los habitantes del pueblo deberían buscar grandes cantidades de potasa y hojas de tabaco, machacarlas hasta convertirlas en polvo y almacenarlas en sus casas.
 Debería estar a la espera de dos extranjeros que vendrían del otro mundo para conocerlo y que debería darles todo lo que pidiesen.n preparar la ceremonia.

Mientras tanto, Èÿù decidió bendecir a todos los pueblos pequeños de la tierra para que aumentaran sus capacidades. Decidió que sólo aquellos que fuesen generosos serían favorecidos por él, mientras que los que no, tendrían que someterse a una prueba. Así que llamó a sus mil doscientas generaciones de hijos y se añadió él mismo, el Èÿù Aragba, como el mil doscientos uno. Según llegaron a la tierra, el primer pueblo que visitaron fue el de Olugbon. Ellos les ofrecieron a los extranjeros todos los alimentos que habían preparado con antelación pero, al terminar de comer, Èÿù dejó entrever que deseaba tomar un poco más de tabaco en polvo, así que salió al exterior y comenzó a cantarle a Ifá:

Así es,
Ha nacido un niño.
El niño no llora para comer harina de ñame. Así es,
No llora por comer pan de frijol o de harina de maíz.
Èrìgì-Àlò15,
Llora por el polvo de tabaco,
Es por el polvo de tabaco que el niño llora.
Èrìgì-Àlò,
Èÿù, la otra cara de Olódùmarè
Llora por el polvo de tabaco,
Es por el polvo de tabaco por lo que el niño llora.
Èrìgì-Àlò,
Llora por el polvo de tabaco,
Es por el polvo de tabaco por lo que el niño llora.
Olugbon le ofreció el polvo de tabaco (saa) que tenía pero a Èÿù no le bastó, así que fue a pedírselo a los vecinos. En todo el pueblo no había suficiente polvo de tabaco para los dos mil doscientos hijos de Èÿù, así que se marcharon disgustados.

Cerca de allí había un Rey llamado Olowu que también quería convertirse en un gran Rey y tener un gran linaje. Así que también fue a consultar a Õrúnmìlà, que le pidió que hiciese sacrificio con ñame, harina de ñame, pan de maíz, frijoles, nueces de kola amarga, dieciséis ratas de bosque, dieciséis pescados, un chivo y suficientes cowries. 

También le pidió gran cantidad de tabaco en polvo y potasa, que debería repartir a todos los habitantes del pueblo para que estuviese preparado a tiempo. Así mismo, le advirtió de la visita de los viajantes de Ode Orun (el Cielo).
Cuando Èÿù y sus hijos partieron de casa de Olugbon fueron a la casa de Olowu que, inmediatamente, les ofreció todo lo que habían preparado. Cuando hubieron terminado, Èÿù salió al patio y comenzó a cantar:
Así es,
Ha nacido un niño.
El niño no llora para comer harina de ñame. Así es,
No llora por comer pan de frijol o de harina de maíz.
Èrìgì-Àlò16,
Llora por el polvo de tabaco,
Es por el polvo de tabaco que el niño llora.
Èrìgì-Àlò,
Llora por el polvo de tabaco,
Es por el polvo de tabaco por lo que el niño llora.
Èrìgì-Àlò,
Llora por el polvo de tabaco,
Es por el polvo de tabaco por lo que el niño llora.
Pero Olowu lo tenía todo muy bien planificado, puesto que había seguido los consejos
de Õrúnmìlà al pié de la letra. Así que avisó a todos los del pueblo para que trajesen todo el polvo de tabaco y la potasa que tenían. Comenzaron a mascarlo todo hasta que se saciaron, sin percatarse que tanta acumulación de polvo atascaría sus intestinos hasta la boca.

Èÿù comenzó a vomitarlo todo, incluso las cosas preciosas que había acumulado en su estómago de Ode Orun, de gran belleza e importancia, en cantidades ilimitadas. De su estómago comenzó a salir grandes cantidades de dinero, de forma que todo el pueblo se llenó de él. Al segundo día comenzó a vomitar cuentas valiosas de todo tipo, corales, refe (cuentas ralladas amarillas y rojas), okun (cuentas reales rojo oscuro), enla (cuentas ralladas blanco y azul), segi (cuentas azules), itun Ifá (cuentas de Ifá), etc., vomitó cuentas durante siete días.

Posteriormente, vomitó diversas clases de telas lujosas, mosaaja, sanyan, elu ofi, enipopo, ala, aro, y adire. Continuó expulsando caballos, blancos negros y rojos. Esclavos hombres y mujeres, hasta que no salió nada más y dijo: «El pueblo de Owu no vivirá más con penuria y miseria. Serán una generación que vivirán en la riqueza. Así que harás uso de todas estas propiedades».

Dicho esto, Èÿù partió hacia los siguientes pueblos para continuar con su prueba. Pero
 antes de marcharse le dijo a Olowu que nunca dejara de reconocer que había sido Èÿù el
que le había dado todas esas riquezas, por lo que deberían adorarle y ofrecerle ofrendas cada año.
De entre todos sus hijos, Èÿù tomó uno de cada grupo generacional con el fin de dejarlo en la tierra con diversos fines. Unos para que permaneciesen en los pueblos y fuesen adorados con el fin de otorgar fortuna a sus seguidores. 

Otros para servir a los iniciados y otros a los no iniciados. Unos para servir a los cazadores y así propiciar la buena caza e iniciarlos en la medicina natural. Otros servirían a los comerciantes para que regulasen sus actividades. Unos pocos vivirían con lo reyes para que , con su autoridad, fuesen respetuosos con su pueblo y dictaran buenas leyes.

continua tomo IV




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