de Leonel Gamez, el lunes, 3 de diciembre de 2012 a la(s) 9:00 ·
Temario
Las diferencias
El respeto a las diferencias
Lo similar
Lo rescatable
Posición de la Sociedad Yoruba
Las diferencias
Antes de hablar del tema de las diferencias entre la religión yoruba de la forma que se practica en Nigeria y de la manera en que se practica en nuestras tierras, se tienen que tomar en cuenta muchos factores.
No se puede esperar una semejanza idéntica entre una vertiente y la otra, aun cuando las dos sean parte de la misma religión y aun cuando una haya nacido de la otra. En primer lugar debe entenderse que antropológica y sociológicamente, la población negra original de aquellas tierras pasó por un proceso de cambio y resimbolización e iconografía en nuestro continente. De tal manera que al ir transcurriendo el tiempo, el hombre negro criollo ya no tuvo mucho que ver en pensamiento, carácter y comportamiento social con sus descendientes y esto necesariamente implicó cambios.
Por otro lado, analicemos los fenómenos de cambio que se producen en la traslación social y biológica. Por ejemplo, si elegimos una planta como la Atiponla (Boerhavia diffusa ), también conocida como Tostón en Cuba y la sembramos en diferentes terrenos, esa planta podría tener diferentes formas de reproducción según el clima, la tierra, la humedad, etc. Esto tendría como consecuencia que la misma hierba sea gigante en unos países, mientras que en otros sea muy pequeña y, en algunos casos, hasta morfológicamente distinta. De la misma forma podemos percibir estos fenómenos no sólo en el reino vegetal, sino en el género humano. Una persona originaria de un país frío nunca podrá ser igual que una de un país cálido; el clima tiene mucho que ver, inclusive, con el carácter de las personas a nivel general.
Así podemos apreciar cómo la religión de una tierra siempre va a sufrir algunas variantes al llegar a otras latitudes donde existe diferente fauna y flora, otro clima, otra idiosincrasia, otras costumbres y hábitos diferentes, y sobre todo otra religión dominante.
Por ejemplo, nunca podría ser lo mismo un sacerdote de Ifá nacido bajo el odu Baba Ejiogbe en Nigeria a un sacerdote nacido en tierras occidentales que tenga el odu Ejiogbe . Podemos estar completamente seguros de que no tendrían casi nada que ver, ya que en esto juega un papel preponderante la formación cultural, social y hasta medioambiental en la que se desenvuelve el individuo. Por ejemplo, consideremos el color de la piel y la estatura de una persona en relación con el odu . De acuerdo con la interpretación nigeriana del odu, se considera a las personas altas y negras como los hijos legítimos de este odu , de tal manera que en esta interpretación las personas bajas y/o blancas que lo tengan no alcanzarán la misma prosperidad. Esto está basado en el siguiente Ese Ifá de Ejiogbe :
El resultado de ignorar los consejos de Ejiogbe
De regreso al mercado la madre de Ejiogbe lo dejó atrás y éste se encontró con una ardilla al lado del camino, a la que le aconsejó que le ofrendara un chivo a Esu para que las palabras pronunciadas por su boca no lo destruyeran. La ardilla le respondió que si lo que quería era carne para comer, tendría que buscarla en otra parte. La ardilla se llama Okere en yoruba y Otan en bini. Desde entonces y hasta este día, la boca de la ardilla es lo que hace perder la vida a la boa. Es también la ardilla la que les dice a las personas dónde se esconde la boa e, invariablemente, atrae la muerte sobre ésta.
Muy cerca también vio a la boa llamada Okaa en yoruba y Aru en bini. Le dijo que la muerte estaba rondando y que se la traería un vecino locuaz. Para evitar el desastre, le aconsejó a la boa que le ofrendara una babosa a su cabeza en un lugar secreto. No debía permitirle a nadie que dijera Asé a sus rezos cuando hiciera la ofrenda a su cabeza.
Por último, se encontró en el monte con Eti, que es la parte más densa del bosque y le aconsejó que le ofrendara un chivo a Esu para evitar los problemas injustificados. También se encontró con la palma y le aconsejó que ofrendara un chivo a Esu para que los problemas ajenos no la desnucaran. La palma hizo el sacrificio enseguida, pero Eti no.
Después de esto, Ejiogbe regresó a su casa. El viaje de ida y vuelta del mercado de Ejigbomekon demoraba normalmente tres meses y cuando llegó a su casa se encontró un mensaje de la mujer que había conocido cuando iba para el mercado, donde le informaba que estaba de parto. Acudió rápidamente a la casa de la mujer y la asistió mediante rezos, hasta que dio a luz un varón.
Enseguida que la mujer parió, el esposo tomó su búmeran (egion en yoruba y ekpede en bini) y se fue al monte en busca de una boa, fue a cazar y a buscar carne para alimentar a su esposa. Cuando la boa se enteró de que la mujer que había estado embarazada durante tres años había dado a luz, comprendió que el esposo pronto vendría a buscarla. Como le había orientado Ejiogbe, aunque un poco tarde, corrió hacia la casa de Eti, para allí hacerle una ofrenda en privado a su cabeza. Eti le dio permiso de rogarse la cabeza en su casa.
Tan pronto como la boa se sentó a rogarse la cabeza, la ardilla entró en la casa de Eti. Mientras la boa rezaba, la ardilla repetía Asé, Asé. La boa le advirtió a la ardilla que no necesitaba Asé de nadie para sus rezos. Después se adentró más en la casa de Eti, al mismo tiempo, la ardilla cambió su tonada y comenzó a cantar de tal forma que el cazador pudiera descubrir dónde estaba la boa. En ese momento, el hombre con el búmeran, que estaba buscando a la boa, escuchó los gritos de la ardilla y le siguió el rastro. Como la ardilla seguía gritando histéricamente, la boa le disparó y la mató.
El hombre cortó un palo en forma de horca para despejar el monte denso (Eti) y mientras cortaba y despejaba a Eti vio a la boa en el suelo y la mató. Al mismo tiempo, vio que la boa era la única que había optado por el sacrificio. A su lado estaba la ardilla sin vida y el caracol con el cual la boa iba a servir su cabeza. Él recogió todo y partió hacia su casa.
Por otro lado, la espesa hierba que el cazador cortó con la vara ahorquillada se hallaba en el cuerpo de una alta palma, por ello, la palma se alegró y respiró nueva vida tan pronto como fueron cortados los arbustos que impedían que el aire fresco llegara a su puerta. Esto se debe a que la palma fue la única del grupo que hizo sacrificio en el momento adecuado.
Nota:
Esto también explica por qué la aparición de Ejiogbe para un hombre alto de tez oscura en Igbodu significa prosperidad asegurada para la persona, debido a la gran altura de la palma, que por sí sola hizo sacrificio. Si por otra parte aparece para un hombre de poca estatura y tez blanca, a menos que haga sacrificio, no logrará triunfar en la vida, de ahí la importancia del fracaso del Eti bajo, pero oscuro y de la boa y la ardilla de color claro por no hacer el sacrificio señalado.
Ahora bien, en Cuba esto no es visto de esta forma. Para un babalawo afrocubano, Ejiogbe adquiere una perspectiva diferente y nada tiene que ver el color de piel o su estatura. El aspecto cultural en Nigeria tiene su fundamento en el hecho de que las personas blancas no son vistas con buenos ojos porque se les considera esclavistas y como personas oportunistas. Por consiguiente, cultural, social y hasta etnológicamente, un nigeriano no le auguraría todo lo bueno del odu más grande del oráculo de Ifá a una persona de una raza que no es bien vista por ellos, y mucho menos por encima o en igualdad de condiciones a su propia raza.
De hecho, este tipo de animadversión hacia las personas de tez blanca se expresa no sólo en este
odu , sino que se infiere a todo lo largo del corpus nigeriano de Ifá , donde por los general las hijas deElenini o deidad de los obstáculos son siempre mujeres de tez blanca y muy hermosas. Esto además es enfatizado por el Dr. Wande Abimbola en su libro Ifá compondrá nuestro mundo roto cuando le comenta al entrevistador Ivor Miller:
Ivor:
A través de la historia afroamericana, la religión ha sido un medio de organización social para fines de subsistencia económica y cultural. Esto puede verse con mayor claridad en las iglesias de negros o en el islam en Estados Unidos. ¿Cómo puede la tradición òrìsà competir con esta tradición?
Wande:
Creo que hasta cierto punto la religión ha empezado a darse de esta forma. Muchos afroamericanos que adoptan religiones con influencia africana lo hacen por tener un tipo de vida diferente, basada en una identificación con África. No el África de ahora, sino el de antes. Creo, que entre más gente se acerque a la religión y mayor sea la comunidad se logrará una comunidad próspera, como el islam.
Probablemente sea por esto que tenemos el problema del papel que juega la gente blanca dentro de la religión. Hay quienes no quieren ver gente blanca dentro de la religión. Pero les recordamos que la gente blanca que está aquí viene de Cuba y Brasil, cunas de la religión en América. Hay muchos babaláwos cubanos, blancos, viviendo en Estados Unidos.
Con base en la cita del Dr. Wande Abimbola podemos afirmar que no va a atender los mismos aspectos un sacerdote de Ifá de Nigeria que uno de nuestras tradiciones afrodescendientes, aun cuando ambos hayan nacido bajo el mismo odu, ya que muchas de sus actuaciones, de las ceremonias y atenciones que se den, ya sea en Nigeria o occidente serán, más que nada, de carácter cultural.
Manteniéndonos en el mismo marco de ideas, si seguimos en el tema de la diferencia de idiosincrasias, tenemos que estar conscientes de que tienen que existir diferencias ritualistas muy marcadas.
En Nigeria, aun cuando existen diferentes religiones, es algo natural que la sociedad viva casi diariamente consagraciones y rituales tanto de Oosa como de Ifá de forma abierta, pues casi todos los ceremoniales (excluyendo los más secretos) se hacen a la luz pública. Allí, cuando el Iyawo Ifá o cuando el Iyawó de Oosa es llevado al río lo acompañan no sólo sacerdotes y miembros de la religión yoruba, sino mucha gente que va con ellos gritando y alborotando de alegría. Es un acontecimiento que pasa de ser religioso a un evento también social. Cuando se regresa del río es cuando se comienza el proceso de las pinturas y esto también se hace en un patio abierto, a la vista de todos.
Estas ceremonias no son secretas en Nigeria, sin embargo, son impensables en nuestras tierras y esto tiene su explicación. No podemos esperar que al llegar la religión a nuestras tierras (donde predominaba la religión de los conquistadores que pretendía y aún pretende gobernar el mundo y evangelizar a todos, incluyendo a los esclavos, sin importar que los mismos tenían otra religión), a través de nuestros ancestros que eran esclavos, estos pudieran realizar sus prácticas religiosas de forma abierta como se sigue haciendo en Nigeria. Eso no era posible en una tierra en donde hacer algún ritual se podría haber considerado como un acto que iba en contra de aquel dios que querían imponer como único y además, como una forma de insurrección.
A lo anterior se une otro factor que hizo más secreta nuestra liturgia, y éste fue el temor de que nuestros rituales -de ser públicos- hubieran podido servir a personas deshonestas que los pudieron haber usado para estafar y hacer profanaciones. Por ello, se inculcó el secretismo de nuestros rituales y se limitó la participación en ellos a personas consagradas. En otras palabras, lo que en Nigeria es un evento religioso, cultural y social, en Cuba pasó a ser una religión que se tuvo que mantener en la clandestinidad.
Muchas personas critican acremente que haya rituales en la tradición afrocubana que son inexistentes en la tierra yoruba. Esta actitud es más bien una expresión no sólo de intolerancia, sino de falta de respeto y puede ser considerado como una de las tantas formas de ignorancia y estrechez conceptual de algunos sectores de otras tradiciones. Tomemos como un ejemplo la crítica que estos sectores hacen a que en nuestra tradición se entreguen ilekes (collares), a diferencia de lo que ocurre en la tierra yoruba. Hablemos sobre esta diferencia y su por qué.
En Nigeria también los Orisas son identificados por collares (no en todos los casos), pero, ¿qué sucede? En tierra yoruba las personas se consagran en un solo Orisa y a través del tiempo van recibiendo otras divinidades según sus necesidades. En ese caso no existe la fusión de Orisas como sucede en Cuba. Una persona perteneciente al linaje de Sango no tiene por qué tener un collar de Yemoja , pues en Nigeria cada linaje solo venera a su Orisa tutelar. Ahora bien, al llegar la religión yoruba a nuestras tierras, éstafue implementada por seguidores de diferentes linajes, tierras y hasta culturas que en el proceso de adaptación fueron uniendo rituales, aunque en un principio, también existía la forma yoruba de consagración sólo al Orisa tutelar.
Por otro lado, el mismo fenómeno de la esclavitud generó, por motivos de supervivencia, la necesidad de hacer fusiones y esto dio como resultado que aquellos "linajes" que tenían una adoración individual se vieran en la necesidad de recurrir a la solidaridad y a la conjunción de sus rituales para mantener la vida y vigencia de sus creencias. Así se convirtieron en lo que hoy conocemos como "ramas". En otras palabras, las "ramas" en América son lo que se considera como "linajes" en Nigeria.
Si por ejemplo, el linaje de Osoosi , que no tenía muchos seguidores, no hubiera participado colocando a su Orisa como complemento de una consagración de otro Orisa tutelar, simplemente hubiese sucumbido al olvido, ya que eran pocos los seguidores de esta divinidad. Y esto sucedió con muchos Orisas que llegaron a Cuba. Es decir, tenemos que hacer la aclaración de que si se tenía que realizar una consagración a uno de los seguidores y se contaba con pocos Olorisas adoradores de esta deidad, era casi imposible que se pudiera hacer dicha consagración, a menos que se buscara la unión de todos los "linajes". Las tres mujeres que se consideran madres de esta religión tuvieron que verlo necesariamente de esta forma y adaptar nuestras consagraciones a la necesidad y circunstancias apremiantes en las que se vieron envueltas.
Fue doña Rosalía Abreu Efunshe Warikondó quien trajo consigo esta forma de consagración de varios Orisas. Con ella nació el que cuando a una persona, independientemente del ángel de la guarda que tenga, se le va a consagrar en Oosa se le presenten los Orisa que se consideran de cabecera, los pilares principales de la religión: Obatala como deidad del aire; Yemoja como deidad del agua; Sango como deidad del fuego; y Oshun como deidad del barro (tierra). De tal manera que estos Orisa son la base fundamental de la tradición afrocubana y se presentan en la consagración de cualquier Orisa , lo que hace que todos los seguidores de nuestra tradición puedan entrar en cualquier consagración, aun cuando no sea una relacionada con su Orisa Tutelar.
Con base en esto se desarrolló el ritual de imposición de collares (ileke ) de los Orisas que forman parte de la base de nuestra tradición, así se entrega el collar deElegbara , el de Obatala , el de Oshun , el de Yemoya y el de Sango . Si el ángel de la guarda de la persona es otro, también se le entrega el collar correspondiente después de pasar por un proceso de consagración en donde previamente se purifica con Omi Ero (que es un preparado de plantas maceradas en agua con otros ingredientes y cuyo concepto significa Omi , agua y Ero , fresca o de paz). Estos ilekes se alimentan posteriormente de los sacrificios de aves ofrendados al Orisa a quien representa cada collar. Como procedimiento reglamentario, la persona también es bañada con Omi Ero para su purificación, después se le ruega su Ori , dándole cuenta de lo que se le va a hacer y finalmente, se le imponen los collares.
Para nosotros, en América, es irrelevante si esto se hace o no en Nigeria. Los que llegaron a nuestras tierras y dejaron el legado de esta religión, también eran africanos y si ellos en tierra extraña prefirieron la unión y la hermandad, nosotros no somos quienes para romper esos legados. Con ello, nuestra cultura no solo mantuvo viva la religión,sino que la expandió, dándola a conocer al mundo cuando en su tierra de origen sucumbía ante El Corán y La Biblia.
En el año 2005 la UNESCO tuvo que intervenir para salvar la religión y de esta forma fue declarada
Obra maestra del patrimonio inmaterial de la humanidad . A partir de ese momento comenzó el auge que tiene hoy en día. Mientras la religión moría en su tierra natal, Cuba fue su salvación. ¿Cómo es posible que puedan existir personas que no agradezcan esto?
Regresando al tema de los collares, la imposición de collares representa además de una iniciación en nuestra religión, la aceptación de la veneración de todos los Orisa de forma imparcial e igualitaria. Para nosotros, la religión yoruba no es un culto al Orisa tutelar solamente, sino la veneración, adoración y respeto a todas las deidades que conforman el panteón yoruba. En Nigeria, aun cuando creen en otros Orisas , se puede decir que la práctica cae en el henoteísmo, o sea en la creencia en diferentes deidades, pero se limitan a la adoración de la que consideran más poderosa. De esta forma vemos cómo el culto a Sangó es muy propio de Oyó , enOsogbo , Oshún , Obatala (Ile-Ife ), entre otros.
Otro punto de diferencia son los materiales empleados en nuestra tradición afrocubana que nada o muy poco tienen que ver con los materiales que se emplean en tierras nigerianas. Analicemos esto de una manera más profunda. En nuestras vertientes afrodescendientes se emplean pasteles, dulces caseros y comidas que quizá nada tienen que ver con las ofrendadas en la tradición yoruba en Nigeria. Muchas veces esto es mal visto o criticado por quienes pretenden que para estar cerca de los Orisa se deben utilizar, en todos los casos, los materiales originales empleados en Nigeria. Muchos de quienes tienen este criterio ni siquiera saben que el maíz, por ejemplo, no es originario de Nigeria, sino que es de América, de donde llegó a Nigeria. Ahí fue adecuado a la alimentación social y empleado en los rituales consagratorios y ceremoniales de la religión yoruba; lo mismo sucedió con el maní o cacahuate y ambos aparecen en muchos Ese Ifá como imprescindibles, muy estimados y muy prolíferos.Otro de los elementos empleados en la tradición yoruba ancestral en Nigeria es el
taba (tabaco) y resulta que éste tampoco es originario de Nigeria. El tabaco llegó a Nigeria posteriormente y, sin embargo, existen muchos Ese Ifá y patakíes que hablan sobre su empleo; laireke (caña de azúcar) es otro de los materiales empleados para los Orisa en tierra yoruba, siendo que tampoco es un producto yoruba; lo mismo sucede con el plátano y sus variedades. Así como estos, podríamos poner muchos más ejemplos de materiales que no son propiamente yoruba pero que se utilizan para la veneración de los Orisa en tierra yoruba.
Preguntémonos entonces si aquellos productos que llegaron a Nigeria gracias al comercio con otros países fueron aceptados por los Orisa , ¿Qué diferencia tiene el empleo de productos y materiales que no se conocen en tierra yoruba pero que cumplen con los objetivos propuestos? Si a una deidad en tierra yoruba le gustan las cosas dulces y allá le acostumbran poner lo que es propio de aquella tierra e inclusive otros elementos que no son propios de allá, ¿no puede considerarse natural que en nuestros países le ofrendemos los dulces que acostumbremos emplear? Esto, como todo, es un problema conceptual.
Si se critica todo lo que no se considera original de tierra yoruba, tendría que tomarse en cuenta que el
amala original es confeccionado con polvo de ñame y no con polvo de maíz. Igualmente, el ekó original es confeccionado con polvo de ñame y no con polvo de maíz. Con esto tratamos de hacer ver que los cambios, adopciones y adaptaciones también existen en la misma tierra yoruba. Por ejemplo, el epó(aceite de palma) y el ekú, ejá y agbadó (rata, pescado y maíz) se mantienen como ofrendas, por un asunto de respeto a las deidades, pero esos no son alimentos típicamente consumidos por los occidentales. Nosotros usamos otros aceites para cocinar, mientras que los yorubas sí utilizan el aceite de palma para este menester. No muchos comen jutía y no muchos consumen el pescado ahumado tal como lo hacen en Nigeria. En otras palabras, estas son ofrendas de carácter cultural. Consideramos que así como todos respetamos esos cambios, también deben ser respetados aquellos que se dieron en nuestras tierras y que no fueron por insertar "otras cosas" sino por necesidad de adaptación a una flora y a una fauna y sobre todo, a una cultura distintas.
Nosotros estamos conscientes de que la falta de información puede ser una de las causas principales de la falta de fe o de confianza en los atributos religiosos que se reciben. La falta de información, unida a la actitud mercantilista de elementos nocivos de algunas de las tendencias religiosas existentes, puede llevar a que los principiantes en nuestra religión sean objeto de miles de dudas, mismas que no se pueden disipar si no se tiene concordia religiosa entre los seguidores de las diferentes vertientes existentes.
El respeto a las diferencias
Es importante que sepamos respetar las estructuras de cada linaje real, no importa si se trata de un linaje de Nigeria o de una rama afrodescendiente, todos ellos bien llevados tienen grandes valores y deben ser respetados.
Algunos van a Nigeria y ven una consagración de Ifá que se lleva a cabo en tres días y a su regreso comienzan a realizar sus consagraciones de Ifá, en tres días. Pero sucede que en Nigeria también existen linajes que realizan consagraciones de Ifá en 17 días y no vemos que nadie adquiera esta forma de consagración. ¿Por qué se tiende a minimizar y no a maximizar los rituales y consagraciones de nuestra religión? La reflexión se vuelve más profunda si tan sólo tomamos en cuenta que nuestros ancestros mantuvieron estas consagraciones de Ifá en siete días aun cuando tenían muchas carencias y condiciones precarias en todos los aspectos. Jamás, ni siquiera por necesidad, tomaron la determinación de realizar las consagraciones de Ifá en menos días de lo que está estipulado por Ifá, ellos le dieron mucho más valor y respeto a nuestra tradición.
En Nigeria podemos encontrar disimiles linajes a lo largo de todo lo que se considera la tierra yoruba. Todos tienen formas un poco diferentes de realizar sus consagraciones, tanto de
Oosa como de Ifá. Existen linajes de Ifá que consagran en tres días, otros en siete, otros en 17 días y en ningún caso vemos a unos tratando de imponerle a los otros sus costumbres y rituales. Observando este respeto que se tienen surgen las siguientes preguntas, ¿por qué se va a pretender cambiar nuestra estructura?, ¿por qué se va a cambiar todo eso que costó tanto trabajo mantener durante la esclavitud? Si a los diferentes linajes en tierra yoruba no les interesa lo que haga el linaje vecino, ¿por qué nos tiene que interesar a nosotros? Si en el Odu Ofun Meji, Ifá explica que Olodumare creó el mundo en seis días y el séptimo lo dejó como el día del festejo y Orunmila determinó que esos mismos días serían los que se emplearían para cada consagración de Ifá, todo lo cual está plasmado en las escrituras africanistas, ¿cómo es posible entonces que olvidemos lo que Orunmila enseñó para seguir lo que los hombres están haciendo?
De hecho, el odu de Ifá de tradición nigeriana establece que en las ceremonias de Igbodu a la deidad Igba Odu se le retira al sexto día. Sin embargo, en muchos linajes africanistas la retiran a los tres días, aunque esto tampoco es lo que nos enseña Ifá en sus escrituras. Nosotros como seguidores de la religión yoruba en la tradición afrocubana tenemos una estructura para cada una de nuestras consagraciones y es imprescindible que ésta sea respetada y conservada como nos la dejaron nuestros ancestros. Ellos también vinieron de diferentes tierras yorubas y se fusionaron entre sí para dejarnos esta magnífica estructura, no está bien que hoy, sin ningún estudio, sin un por qué realmente justificado y sustentado debidamente se cambien las tradiciones que tanto sacrificio costó dejar en nuestras tierras.
Hoy observamos que religiosos principiantes en la Oosa y en Ifá realizan cambios a los rituales y a las consagraciones basados en libros de autores tradicionalistas que pueden estar explicando rituales propios de sus linajes. Nuestras propias estructuras no necesitan ser cambiadas; no son las consagraciones las que pueden ayudar a un iniciado, sino su preparación y dedicación al estudio religioso. Hoy vemos con mucha tristeza cómo sin contar con el apoyo de los mayores de nuestra cultura se hacen cambios a mansalva y sin ninguna justificación.
Esto debe evitarse. La religión yoruba se basa en el respeto a los mayores y para determinaciones importantes se debe tener presente la opinión de ellos. Un olorisa o un babalawo puede aprender de la religión, sin importar la región o el país del que venga. Podemos aprender historias, Ese Ifá o pataki de una vertiente o de otra y también podemos aprender rezos, cantos, trabajos, medicinas y demás, pues todo es parte de nuestro sacerdocio. Pero no está bien que inventemos rituales basados en iniciativas propias o guiados por escritos que vienen de autores con tradiciones completamente diferentes a la nuestra.
Sabemos que en casi toda Nigeria para una consagración de Orisa los colores empleados sólo son el blanco y el rojo, que no ponen más colores a los Osun que se pintan en el Ori de los consagrados. Sin embargo esto no es general, hay zonas en donde se tiene mucho que ver con el barro y entonces se agrega el barro (que es el amarillo) a la firma y en los lugares donde se emplea el aro (azul) para teñir ropas también se pinta con ese color a los iniciados no solo en Oosa, sino también en Ifá. Así podemos darnos cuenta de que a nosotros se nos legó esta cultura fusionada de muchos linajes yoruba y que no podemos guiarnos por lo que hacen los linajes individuales porque esto sería como volver a desintegrar todo lo que forma parte de un engranaje.
Lo similar
A Cuba llegaron muchos linajes de diferentes tierras yoruba (incluyendo de tierras como el antiguo Dahomey, actual República de Benín) y se fusionaron, lo que dio como resultado la conocida regla de Oosa e Ifá, misma que forma parte de una estructura ancestral en nuestras tierras. Aun cuando todos esos linajes tienen sus diferencias ritualistas, tienen en común mucha similitud en los puntos clave de cada consagración. Encontramos, por ejemplo, en el caso de las consagraciones de Oosa, las siguientes similitudes:
. La ida al río.
. La rapada.
. El empleo de las pinturas.
. Lo que le llamamos
ase Orí o machuquillo.
. El empleo de
omi ero.
. El sacrificio.
.El itan a los 3 días.
. El empleo de Erindinlogun para realizarlo.
.El oke ipori de las deidades. (El fundamento donde se veneran. Piedras y caracoles en la mayoría de los casos.)
Ahora veamos las similitudes entre el
Ifá de Nigeria y el Ifá de la tradición afrocubana:
. La rapada.
. El empleo de las pinturas.
. La ida al río.
. La comida secreta.
Atefa (Itefa) sobre tierra o arena.
El marcar los ebo por el odu.
El realizar los ebo del odu.
. Sacrificio a ifá.
. Ceremonia del río.
.Itan al tercer día en tablero de Ifá.
. Imposición de ide y collar
. Entrega de iruke
. Imposicion de egan (secreto de la consagración de Ifá).
. Sacrificio a Odu.
Además, existen muchas otras similitudes que no podemos comentar aquí, por considerarse secretas, pero de manera general podemos decir que los cantos consagratorios en ambos casos van dirigidos a Odu y no a Olofin, lo cual es otro punto que es ampliamente criticado por ciertos sectores que siguen alegando que dicha deidad es inexistente en Nigeria. Para nosotros,Odu está incorporada dentro del secreto de Olofin y por ello, cuando consagramos en Ifá por tradición afrocubana, le cantamos a Odu. Veamos algunos ejemplos de los cantos para que se comprenda esto mejor. Cabe mencionar que los cantos están editados:
Cuando le damos
agbo (carnero): Eje Odu ni laiye, eje Odu nilaiye agbo...
Cuando le damos
agbebo adie (gallina): Odu Odu Odu ni laiye, Baba Ejiogbe...
Cuando le damos
eyele (paloma): Eyele ni bawa, odu m.... Odu m... Odu m....
Cuando le damos
aparo (codorniz): Aparo laiye lebó Odu…
Para dirimir este asunto de una vez por todas, en el libro de William Bascom, Sixteen Cowries: Yoruba Divination from Africa to the New World, podemos ver varias referencias donde Olodumare era identificado como Orisha Oluofin. De hecho, la fuente de Bascom decía lo siguiente:
Muchas otras "deidades blancas" son nombradas en los versos.
Orisha Oluofin, que ya mencionamos que es identificado con Olodumare.
Pero si esto no parece contundente veamos un Ese Erindilogún nigeriano del mismo libro de Bascom, que identifica claramente a Orisha Oluofin no sólo con Olodumare, sino como dueño de Odu (Olodu):
Ofun- Ese
(historia) 12
Delgado, hijo de la gente de Oyó;
Robusto, hijo de la gente de Ijesha
Echó para
Orishanla Osheremegbo.
Cuando padre iba a tomar a pitón como su esposa,
Bien entonces, ¿sería pitón capaz de parir hijos para él?
Dijeron, ella sería capaz de dar a luz, dio a luz a
Olodu.
Dio a luz a Elerin y a Elegunrin.
¡Bien! Ellos continuaron así.
Entonces un día, el poder que padre guardaba en su casa pitón se lo tragó.
(Un segundo registro dice como una fábula, añade, que esto ocurrió mientras padre estaba en el patio trasero orinando.)
Mi poder, ¿qué le pasó?
Pitón dijo que ella no lo había visto,
Padre buscaba su poder de visión.
Cuando lo hizo, pudo verlo dentro de pitón.
"¡Ja! dijo se acabó".
Dijo: "te tragaste mi poder"
"No tengo un poder para agarrarte,
Dijo: "pero tus brazos desaparecerán,
"Tus pies desaparecerán ahora.
"Caminarás sobre tu pecho".
Esto es por lo que pitón no tuvo ya más ni manos ni pies.
Ella era la esposa de
Orisha;
Llamaron a su hijo
Olodu
"
Olodu, ayúdame"
¿Cuál Olodu era él?
"Olodu1, hijo de Pitón".
1*Olodú (dueño de Odu) es una etimología popular para el nombre de Olodumare u Oluron, el Dios del cielo. En el segundo registro en vez de explicar el nombre Olodumare, Salakó decía que el poder que pitón se había tragado es el que ella usa para originar el arco iris y que su robo es la razón por la cual pitón no puede ser comida por los devotos de Orishala. Bascom 1969:104
Lo llamaron
Olodumare.
Al que llamamos
Orisha Oluofin.
En este Ese Erindilogún podemos ver claramente que a quien nosotros llamamos Olofin, era llamado enOyó Orisha Oluofin y que éste, obviamente, era Olodumare, el dueño de Odu (Olodu). Otras historias dentro del libro de Bascom también describen a Orisha Oluofin como Olodumare.
Como se puede ver, el concepto afrocubano de que Odu vive en Olodumare no es un invento que se hizo en Cuba, sino que tiene sus raíces en la propia Nigeria. El nombre dado a Olofin tampoco fue un invento cubano y como pueden ver, viene de la misma Nigeria. Esto demuestra, más allá de toda duda, que quienes tratan de hacer ver que Olofin es un nombre creado en Cuba y que no tiene nada que ver con Odu, sólo están dando muestras de su gran ignorancia Ahora ya saben de dónde viene el nombre Olofin para la deidad Odu, ahora saben que se trata de la misma deidad y ahora ya saben qué pueden decirles a esos "sabios de avión" que se tratan de jactar de muy "cultos", cuando en realidad no saben de la tradición nigeriana y mucho menos de la afrocubana.
En conclusión se puede decir que todos los aspectos que pueden ser considerados como los más importantes para las consagraciones tanto de Oosa como de Ifá, se pueden encontrar tanto en la tradición nigeriana como en la tradición afrocubana. No importa si de un linaje a otro existen algunas diferencias, lo importante es que los puntos principales sean tomados en cuenta, lo demás podrá verse como particularidades de cada linaje o rama.
Lo rescatable
Nosotros como miembros de la tradición afrocubana, pero seguidores de la religión yoruba, a fin de cuentas tenemos que saber que no estamos adorando otro dios, que se trata de aquel mismo dios venerado por nuestros ancestros, mismo que se venera en tierras yorubas. No podemos tomar el hecho de las diferencias que se tienen entre una y otra cultura como la creación de una nueva religión basada en las mismas escrituras. Es importante que partamos de esta base y de los cambios que se producen bajo el concepto de que no consideramos a un dios que solamente creó la tierra yoruba. Para nosotros,Olodumare es creador del universo y partiendo de esta premisa, de toda la existencia que lo habita. Es parte del proceso de la creación y por ello debemos estimular el respeto por nuestras tradiciones afrodescendientes, debemos resguardar lo que se conservó y además incluir todo lo que consideremos parte de nuestra cultura, sin que para ello se tenga que romper nuestra estructura religiosa.
Cuando nuestros ancestros llegaron a nuestras tierras, la lengua yoruba aún no se escribía, sólo se hablaba. Por tal razón los yorubas llegados a la isla la comenzaron a escribir de una forma y los que quedaron en Nigeria de otra.
En Yorubaland la lengua tiene muchas raíces de la lengua inglesa. Por su parte, la que nos legaron nuestros ancestros tiene mucho que ver con la lengua española. De ahí algunas diferencias en la forma de escribir una misma palabra, pues los tonos fueron escritos de la forma que se escuchaban desde los diferentes idiomas. Por ejemplo, si escribimos miel en yoruba, lo hacemos escribiendo oyiporque la "y" suena como "ñe". Si lo escribimos de la forma como lo dejaron los ancestros afrocubanos, escribimos oñi. En otras palabras, nuestros ancestros españolizaron el yoruba.
Ahora bien, las diferencias que encontremos no pueden ser motivo de crítica por ningún lado, pues cuando los ancestros fueron vendidos como esclavos, aún la lengua yoruba no se escribía. Ésa es la razón por la que podemos encontrar marcadas diferencias entre las formas de escribir la misma lengua en las diferentes tierras donde se habla.
Sin importar las razones que pueden haber influenciado para que existan algunas diferencias en nuestras culturas, tenemos que velar por el respeto a cada una de ellas y si no tenemos el interés de investigar el por qué, al menos evitemos hacer críticas que muestran nuestra ignorancia.
Rescatemos de nuestras culturas lo que sea de provecho de cada una de ellas, busquemos enriquecerlas sin mirar las diferencias; no busquemos los puntos donde se puede ver una marcada diferencia; dediquémonos a ver los puntos donde coincidimos y basémonos en ellos para mantener firmes y fuertes nuestros lazos religiosos con otras formas de venerar el mismo dios y los mismos Irunmoles.
Posición de la Sociedad Yoruba
La Sociedad Yoruba de México no pretende imponer criterios desde un punto de vista particular. No buscamos uniformar al pueblo religioso. Sabemos de la existencia de los diferentes cabildos, linajes, ramas, etc., que componen nuestra religión y sólo buscamos la forma de dar un poco de luz donde pudiera haber oscuridad; dar guía a quienes se sienten perdidos en el camino; señalar los valores de nuestra religión para que no se pierdan entre el mal tiempo que enfrentan en diferentes épocas por las que les toca pasar. Por ello, es nuestro interés y nuestra preocupación que se haga énfasis entre nuestros iniciados de la importancia del aprendizaje de sus respectivos sacerdocios antes de que comiencen las prácticas de esos sacerdocios sin ninguna preparación.
En Nigeria, un babalawo tiene que pasarse muchos años, desde su niñez, al lado de su baba Ifá(padrino) para aprender Ifá antes de ser iniciado en el culto de Ifá. Y aun así, no será llamadobabalawo, sólo será iniciado en el culto de Ifá y se le considerará omo awo (aprendiz de Ifá) porque para ser llamado babalawo debe dominar mucho conocimiento a profundidad.
Nuestra cultura no lleva la misma dinámica, pues de ser así, nuestra religión no se hubiera mantenido hasta nuestros días. Muchos hubieran desistido antes de la consagración pues el esfuerzo realmente es desgastante. El estar al lado de los mayores en cada trabajo y en cada consagración siempre fue un método heredado; nunca se hacía nada sin contar con los mayores. Los menores se preparaban para ser en el futuro los maestros de sus descendientes. Pero estos métodos cambiaron y todo por cuestiones materiales. Hoy los menores, con tal de no pagarle a los mayores para que dirijan sus consagraciones, llevan a cabo ellos mismos las iniciaciones, la mayoría de las veces sin la preparación adecuada, pues quien no aprende bien, no puede enseñar bien.
Nosotros, como miembros de la tradición afrocubana, no pedimos cambiar el sistema de estudio y aprendizaje que nos legaron nuestros ancestros, pero sí pedimos y rogamos que se tome conciencia de la importancia de llenarse de conocimiento primero, antes de pensar en ganancias materiales. Quien gana sin saber por no pagar para aprender, nunca podrá ganar por enseñar lo que nunca aprendió.
Es importante llamar la atención sobre las consagraciones foráneas. No estamos en contra de éstas. Estamos en contra de que tanto padrinos como ahijados no tengan compromisos concretos para establecer periodos de entrenamiento. Éste es un grave problema. Quien se consagra en el extranjero luego busca aprender en casas diferentes y no todas están dispuestas a enseñar a quienes no se consagraron en su casa. Así se comienza a generar una cadena disfuncional muy perjudicial para la salud y la grandeza de nuestra cultura y religión yoruba.
Leonel Gámez Osheniwó

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